jueves, 19 de noviembre de 2009

Javier del Cerro

Javier del Cerro (Coquimbo, 1970). Estudió teatro, filosofía y literatura. En poesía ha editado Perroosovacacangufante del Mar (autoedición, 1992), Signos en Tránsito (1994), Ciudad de Invierno (Ed. Mosquito, 1999) y Serpiente (2006). Realizó las antologías Poesía chilena contemporánea, cuatro poetas y sus libros de Coquimbo y La Serena (2000) y Poesía chilena contemporánea, cinco mujeres poetas de Coquimbo y La Serena (2001). El 2002 recibió el Premio Municipal de Literatura de Coquimbo. El 2008 obtuvo la Beca de Creación Literaria, género dramaturgia.



ABISAL

(SEGUNDA PARTE)

Elmarmicielomiluz

midios

Mi amor es mi escama.

La espina de mi esqueleto

y el comensal de mi parpado.



***



Estremecido de ver

luz en

la piedra,

abro mi ojo

y lo cierro para

ver en su oscuridad

el silencio.


***



Llevo otra vida en lo oscuro.

Mi silencio es frío,

y el sol no alcanza

a entibiar mi pared de agua.

Llevo otra vida en lo oscuro,

universo parecido al frío estelar

donde soy pequeño, único,

insignificante.


***

Con la nieve del mar

al fondo

y mi luz

no he visto muertos

en la profundidad.


***



En la superficie

el cielo existe.

Es el día del universo.

Lo que talla la piedra

y dibuja la piedra

es el silencio.


***


Si canto,

es para embriagarme.

Si canto a mi ojo,

es para encender mi cabeza

y alumbrar la oscuridad.

De que me sirve mi luz

sino para vernos.


***



Enciendo mi luz

y hurgo como un niño

en lo oscuro.

No es la muerte lo siniestro

lo siniestro es la usura.

Por ello habito las profundidades

con mi cuerpo calcinado.

Como un cuerpo que perdió,

un cuerpo arrojado al mar.

***

El cuerpo de mi hembra

y mi bioluminiscencia

no se apagarán.

Verás en lo profundo

a un pez con mi ojo,

y a otros ojos insepultos.


***



En el Pacífico,

entre montes, fiordos

y pequeños arrecifes,

mi cuerpo seguirá

prendido y el silencio

de mi ojo será el duelo

entradas las últimas

surgencias y la caída del sol.


***



Otro mar es el universo

amo su oscuridad.

Llevo luz

con mi cuerpo de agua

a los pequeños ojos.

Están con sangre las piedras.

Ya no extraño la superficie,

el silencio me unió

a una roca en un pequeño

arrecife de Chile.



***



El cuerpo de mi hembra

y mi bioluminiscencia

no se apagaran.

Veras en lo profundo

a un pez con mi ojo,

y a otros ojos insepultos.

Otro mar es el universo

amo su oscuridad.

Llevo luz

con mi cuerpo de agua

a los pequeños ojos.

Pinto con sangre las piedras.

Ya no extraño la superficie

el silencio me unió

a una roca, en un pequeño

arrecife de Chile.




del libro inédito ABISAL

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